
La fotografía es la oportunidad precisa que me permite traspasar la sensación de extrañeza que envuelve la vida de los sujetos. La ansiedad por indagar en sus pesares, anhelos, espacios y quiebres me desborda. Exploro identidades, rituales, memoria y procesos internos. Necesito comprender. Y deshilachar la distancia es rastrear. Esa búsqueda me habilita a perpetuar los sutiles y extraordinarios matices y sombras de otras existencias, que no son ajenas a la mía.